top of page

La postal inicial de esta película bien podría ser un primer plano de un avispero y un palo que, muy lentamente, le da toquecitos. Apenas nos damos cuenta del movimiento del palo, y menos aún de lo que está pasando dentro del avispero, pero ya desde los primeros segundos imaginamos el desenlace. Es decir, como espectadores sabemos cuál será el final y solo esperamos a que suceda lo que ya sabemos que pasará. Pero el plano se alarga y nuestra atención da los primeros volantazos. Pensamos “quizá sea una película de Bela Tarr “, pensamos “o una imagen en bucle eterno”, y concluimos “la bomba que Hitchcock puso debajo de la mesa tiene la pólvora mojada”.

 

Si de un momento a otro millones de avispas salen del avispero y, con un bonito plano medio, vemos como acribillan, por ejemplo, a Macaulay Culkin, comprobamos que, si bien la sorpresa también nació húmeda, nuestro hambre circular de desenlace quedará de sobra satisfecho.

Pero si seguimos viendo el mismo plano una y otra vez durante una, dos o tres horas, la sensación de engaño será confirmada y el sentido común empezará a vibrar como un avispero. Una metáfora homóloga para el palo bien podría ser la poca empatía del autor de esta postal para con su público, o el mismo público, que parece incapaz de manifestar por su cuenta aquello que tú padeces, o la dirección del cine, que hizo de una sala con trescientas butacas diez incomodas salas de treinta,  o la lógica del mercado, que nos hace pagar nueve euros por algo que no llega a dos, y así, tejiendo cabreos, podemos llegar a una actitud que, visto lo visto, alcanza el estatus de Razón de Ser: la desobediencia.

 

Con motivo de la puesta en marcha por parte del Gobierno Español de la Ley de Seguridad Ciudadana el primero de julio de 2015, hemos decidido armar una serie de cuatro Cápsulas de cine que reflejan cuatro posibles desacatos, cuatro choques de frente contra una realidad discutible o, dicho de otra manera, cuatro prácticos ejercicios para llegar en forma a las orillas de una verdad de facto. La justicia militar (Paths of Glory), la institución familiar (El desencanto), la fuerza policial (Salt of the earh) y el poder institucional (La Chinoise). 

bottom of page